Nadie sabe exactamente cuándo ni cómo comenzó el uso de las fuentes de Bains de Secours, lo cierto es que los antepasados de Jean Pierre Paroix ya vivian en el corazón del valle cuando Gaston, conde de Béarn, cazaba jabalíes y osos salvajes por los alrededores...
Mucho más tarde Teófilo Bordeu, médico de Luis XV, elogió la efectividad de las aguas de este pequeño rincón de Béarn. Luego, en el siglo de oro de la hidroterapia, la emperatriz Eugenia y la flor y nata de la aristocracia europea empezaron a venir a las estaciones de los Pirineos, asi como tenderos, campesinos, artesanos y productores de vino que venian a aliviar su reumatismo a estos baños.
Durante todo el verano los propietarios, que también eran campesinos, preparaban los baños, alquilaban habitaciones y daban de comer.
Aquí se encuentra una de las últimas micro estaciones termales que antano sembraban el Piamonte Pirenaico y es esta tradición de acogida secular la que se trata de perpetuar en nuestro pequeño hotel y también en los termas, donde usted todavía hoy puede sumergirse en las antiguas bañeras de mármol y beneficiarse de técnicas modernas de relajación y masajes que tambien ofrecemos aqui.